Hoy estuve en el cine viendo esa gran película de animación que es "Alvin y las ardillas", basada en la caricatura del mismo nombre ¿quién de nosotros no recuerda esos dibujos animados donde tres ardillitas que hablaban y cantaban vivian con el humano Dave Seville? Él aunque al principio se muestra esquivo en tenerlas en casa al final las acaba queriendo como si fuesen sus "tres hijos".
Basado en la entrañable serie cuyo clímax de popularidad se acentuó en los años 80, el filme Alvin y las ardillas se constituye entonces como la versión de ésta, a la gran pantalla. Como ha ocurrido y ocurrirá con todas estas series que formaron parte de muchas infancias de quienes ya hemos perdido la tradición de perseguir por todos los canales nuestros dibujos animados preferidos, bien fuese agosto o un sábado cualquiera, y claro está, para los que aún respetan el ritual como en los viejos tiempos.
El filme, aparte de darle una explicación del cómo nace y echa raíces la paradójica relación del personaje humano protagónico, o sea David Seville y las chistosas ardillas: Alvin, Teodoro y Simón, se aferra además, a detalles más específicos, como el porqué de los lentes de Simón, entre otras cosas. Viene entonces a representar lo que fue aquella serie animada adorada por muchos de nosotros.
La historia de Alvin y las ardillas nace en realidad a principios de la década de los 50, y el responsable de dicha creación fue Ross Bagdasarain, cuya historia como compositor y músico, es más o menos explicada en el trailer, y como una especie de homenaje a su legado, el tema de Chipmuk Song (Cristmas Don't Be Late) aparece en el largometraje.
La película nos intenta llevar a cabo un gran número de moralejas en medio de varios numeros musicales. Esta película nos habla de como suelen tomarse muchas veces las relaciones de los artistas con su productoras, de los valores familiares sea de sangres o impuesta por el destino.
Os recomiendo a todos que vayais a ver esta gran película los niños disfrutaran con ella, y los no tan niños volveremos a recordar nuestra niñez.
Aquí os dejo un videoclip cantado por estas simpáticas ardillas y Eiza González la artista de "Lola, erase una vez", la versión méxicana de "Floricienta".
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